Mi nuevo despacho...

Vi entrar al joven Elric... tardó menos de lo previsto en venir... mejor así... sin levantarme del sillón, le dije rápidamente para qué le había llamado: -Joven Elric, necesito que se dirija inmediatamente a la cafetería y que mande a los soldados que allí se encuentran que se retiren... cuando llegue allí, actúe según vayan transcurriendo los hechos... nada más, vaya inmediatamente-

Cuendo se fue el joven Elric, me di la vuelta y me eché una siestecilla...

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Me desperté y giré mi silla para leer los nuevos informes. Los guardé cuando terminé. Al parecer aquél joven ya había llegado a la Residencia. De momento era el único estudiante masculino de por aquí, y venía con la intención de aprender a utilizar todos los elementos. -Un joven interesante, sin duda...- murmuré para mí mismo, y me recliné un poco en mi asiento.

Vi entrar al nuevo estudiante en mi despacho, y escuché atentamente las descripciones que me dió. Cerré un momento los ojos para hacer memoria. Finalmente, los abrí. -Ojalá pudiera servirte de ayuda, pero no recuerdo a nadie que encaje con ninguna de esas descripciones, lo siento...- le dije. Me fijé un poco más en él. No sabía gran cosa de aquel joven. Normalmente todas las personas que se inscribían me contaban su historia o algo parecido, y yo por mi parte no decía nada a nadie, como algunos me habían pedido. Sin embargo, de este joven no sabía más que su nombre y, ahora, su aspecto. Algo me decía que no era alguien normal, había algo en él... no sabría explicarlo, pero de todos modos no le di más importancia. Si necesitase enterarme, tengo mis métodos, aunque no me gusta recurrir a eso. Entonces recordé el informe al que aún no había asignado a nadie que se encargase, y se me ocurrió pedírselo a él... entre otras cosas, porque según los informes de la red, todo el mundo estaba ocupado... y también porque me intrigaba saber si este chico podría, recuerdo que una de las pocas cosas que puso en la inscripción era que podía ayudar si había alguna amenaza o se requería a alguien para una misión de cualquier tipo, así que decidí probarlo. -Por cierto, si no necesita nada más, quería comentarle una cosa... le voy a asignar una misión, haciendo caso a lo que me escribió en su solicitud... aquí tiene el informe...- le tendí el informe. -Al parecer, se ha avistado una sombra extraña y bastante grande en la zona que indica el informe. Puede llegar allí cogiendo el tren en la estación de Ciudad Central. Para llegar a la isla del centro, creo que puede alquilar una pequeña barca en la misma orilla. Los gastos correrán a cuenta del Ejército, al fin y al cabo, esto es una misión del estado.- dije, y esperé a que leyese el informe.

Levanté una ceja cuando dijo que "tenía sus métodos", pero seguí escuchándole. Tras sopesarlo un momento, cogí un bolígrafo y un papel para escribir una cosa. Doblé dos veces el papel y se lo di al joven. -Vaya con esto a las oficinas de los militares y le traerán una espada del almacén de armas del Ejército- le dije. Como era un alumno, no podía entrar en el almacén, pero igualmente necesitaba un arma para la misión, y dispondría de ella llevando ese papel a las oficinas.

Le vi marcharse y me recliné en el asiento de nuevo, esperando los nuevos informes de la red...

Asentí con la cabeza mientras le escuchaba. Al parecer, debía de haber sido una especie de quimera, pero lo que me dijo de su piel... era algo insólito si realmente se trataba de una quimera... asentí de nuevo cuando dejó la espada sobre mi mesa. -Me parece bien- dije. Me gustaba cómo pensaba ese joven. -El dinero lo recibirá pronto en su dormitorio. Gracias por encargarse de la misión, por lo que veo, lo que me dijo en la solicitud de que podría ayudar no era ninguna falacia...- comenté contento, y me recliné en la silla. -Le prometo contarle lo que averigüe de sus amigos, veo que es importante para usted. Puede marcharse si lo desea- le hice una señal para indicarle que podía retirarse a la vez que había dicho eso.

Le vi marcharse, y me di la vuelta en la silla para cerrar los ojos. Se había hecho tarde y no habían llegado muchos informes, así que no tenía nada que hacer...